Una relación estratégica
Como empresa socialmente responsable, CAEI mantiene el compromiso de aportar en el desarrollo de la industria azucarera local, las comunidades próximas a nuestros campos de caña y la economía de República Dominicana. En ese sentido, la provincia de San Pedro de Macorís, donde se encuentra nuestra fábrica, es el espacio geográfico de mayor repercusión económica, ecológica y social del consorcio.
La instalación de nuestro centro fabril en la margen occidental del río Higuamo tiene una estrecha relación con la evolución de la provincia como núcleo de la industria azucarera moderna. Fue aquí, en la segunda mitad del siglo XIX, donde el trapiche movido por animales se volvió molienda a vapor. Durante décadas, esta demarcación fundada en 1822, captó el interés de los grandes inversores, tras convertirse en el principal centro económico del país, gracias a la producción de azúcar. La historia de San Pedro es una historia que habla de prosperidad y crecimiento, de trabajo y oportunidades, de sueños y esfuerzo.
Por esta razón, CAEI fomenta o participa en iniciativas que buscan mejorar las condiciones de vida de los petromacorisanos y preservar sus recursos naturales. Actualmente, muchos de nuestros colaboradores son oriundos de la provincia. Además, cada cierto tiempo, la empresa organiza ferias de empleo dirigidas a los estudiantes o profesionales que residen en los municipios de San Pedro.
Con el propósito de crear conciencia sobre la importancia de proteger nuestro hábitat, CAEI realiza actividades medioambientales o campañas educativas en las escuelas de los municipios próximos. De igual modo, coordina y participa en jornadas de limpieza en las playas de la provincia.
Asimismo, CAEI forma parte de la Coalición Multisectorial para la Conservación de la Cuenca del Río Higuamo. Desde el año 2007, esta asociación, conformada por instituciones públicas y privadas, ejecuta diversos proyectos para el saneamiento y la preservación del río, entre ellos jornadas de reforestación y monitoreo de las aguas.
