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El azúcar se produce en el campo

Caña, azúcar y sus derivados


Mediante procesos industriales de carácter sostenible, en CAEI transformamos las cañas de nuestros campos en azúcar, melaza y bagazo. Estos productos no están orientados exclusivamente a la venta, ya que la fábrica aprovecha el bagazo para producir su propia energía. En la empresa sacamos el máximo rendimiento a nuestra materia prima porque tenemos por objetivo ser productores azucareros eficientes y rentables.

800
toneladas métricas por día

Azúcar

La elaboración del azúcar es un proceso de varias etapas y su eficiencia depende de la cantidad de sacarosa que pueda sacarse de la caña. Los tallos se desmenuzan con cuchillas rotatorias y luego pasan por molinos que extraen un jugo que contiene el 95% del azúcar. A continuación, este jugo es sometido a varias fases de clarificación para remover impurezas. Una vez clarificado se procede a evaporar el agua, un proceso que termina ocasionando la cristalización del azúcar.

4
millones de galones (capacidad conjunta de nuestros tanques de melaza)

Melaza

Este producto líquido, viscoso y de color oscuro, también conocido como miel de caña, es la materia prima para fabricar ron. Mientras los cristales de sacarosa crecen, una masa cocida de miel y azúcar se forma en los tachos de cocimiento. Estos componentes se separan mediante la fuerza del centrifugado y la reebullición de mieles. Finalmente, la melaza se almacena en unos tanques especiales hasta su distribución a las empresas licoreras y los ganaderos de la zona, quienes la utilizan como alimento para sus reses.

30
MW de bioenergía

Bagazo

El residuo fibroso que resulta de triturar la caña se aprovecha en nuestra fábrica como combustible natural. Este proceso convierte a CAEI en una empresa energéticamente autosuficiente y, sobre todo, responsable con el medioambiente. Después de analizar sus valores calóricos, el bagazo es enviado a la planta de cogeneración eléctrica, San Pedro Bio Energy, donde se mezcla con biomasa procedente de nuestras fincas energéticas de leucaena, acacia y eucalipto. En la actualidad, el uso del bagazo como fuente de energía limpia evita la emisión de unas 86,000 toneladas de CO2 a la atmósfera.